jueves, 9 de julio de 2015

La chica del hospital - Alas [Letras]

Harta de estar confinado en el hospital, sin familia ni nadie que considerara un verdadero amigo, un día me levante de mi cama, aun adolorida por mis heridas, provocadas por un asalto que había intentado detener.

Me asomo por una de las ventanas de mi habitación mientras observo en el patio a un grupo de jóvenes que reían y convivían con una paciente del hospital. Algunos me parecían familiares pero me sentía invisible, parecía que mis amigos se habían olvidado de mí. Esa vista debajo de mi ventana hizo que se sintiera aún más sola de lo que se pude haber sentido jamás en el dolor de estar prisionera aquí. Estaba cansada de todo y mientras cerraba los ojos, por un instante desee morir, perdí el conocimiento y al despertar me encontraba en el suelo del patio, debajo de la ventana que me había mostrado mi soledad, sintiendo mi vida fluir teñir el suelo mientras se fugaba de mí.

No tenía miedo de morir, pero aun así deseaba tener otra oportunidad de conocer lo que era la felicidad, o al menos encontrarle un sentido a mi vida. Parecía que el tiempo se había paralizado mientras veía escapar mi mis últimos suspiros, los médicos no parecían llegar o darse cuenta de lo que había ocurrido, todo estaba en completo silencio, como si todos en el hospital se hubieran marchado dejándome atrás.

Entonces se acercó un cuervo... y otro más, así continúo hasta que una parvada de cuervos se encontraba rodeándome, por un momento sonreí al imaginar que los cuervos estaban de luto por mí, si tan solo las visitas no hubieran llegado tan tarde, deseaba a alguien que me recordara y llorara por mi, pero todo a mí alrededor se tornaba al negro olvido.

No tenía sentido, pero le pedí al cuervo que me llevara con él, a cualquier otra parte donde pudiera estar fuera de los muros de soledad, de los muros del hospital. Los cuervos entonces empezaron a graznar como si quisieran cantar una triste canción para luego, uno a uno empezaran a avanzar en mi dirección... entonces todo fue silencio y obscuridad.

Lo siguiente que recordaba era un sueño donde estaba aprisionada, no le tenía miedo a estar ahí dentro, era cálido y acogedor, pero sentía que debía salir, rasgue los muros con todas mis fuerzas hasta quedar completamente exhausta, las fracturas en mi prisión crecieron hasta que esta se quebró en pedazos...

Cuando salí observe que había salido de un extraño capullo, solo vestía una larga y sucia bata amarillenta mientras la cabeza me daba vueltas, no recordaba nada, ni si quiera mi nombre, solo emociones intensas de tristeza, frustración y soledad que parecían venir de una vida anterior. Trate de ponerme de pie pero estaba realmente agotada y empecé a ver a mi alrededor tratando de recordar algo. No sabía dónde estaba, ni por qué, o como había llegado, trate de pensar en quien era pero solo había imágenes confusas que no comprendía hasta que el cansancio era demasiado y cerré los ojos para dormir.

No supe cuánto tiempo dormí, me sentía completamente agotada pero un agudo dolor me despertó de un sobresalto, como si algo tratara de tomar mi espalda y arrancarla de mi cuerpo. Empecé a gritar de dolor y pánico mientras que algo se movía dentro de mi espalda empujando con mucha fuerza para salir.

Solo pensaba en que el sufrimiento se detuviera cuando escuche algo en mi interior rasgarse con violencia seguido de un sonido húmedo mientras veía que la habitación se salpicaba de sangre. Un par de alas negras cubiertas de sangre se extendieron de mi espalda con dolor como si anunciaran su nacimiento. El dolor se desvanecía poco a poco dejándome con una sensación de tranquilidad mientras agitaba un poco aquellas alas, mis nuevas alas, para luego dejarlas encogerse poco a poco sobre mi espalda.

El dolor había pasado dejando solo agotamiento y dando lugar al sueño. Mis ojos estaban cubiertos de lágrimas, pero me sentía agradecida mientras mis sueños empezaron a llenarse de imágenes del vuelo de hermosos cuervos mientras escapaban los muros de un hospital.

Por: Yosefat Nava Alemán

No hay comentarios.:

Publicar un comentario