viernes, 21 de agosto de 2015

Autobús [Letras]

Decidí tomarlo aunque nunca lo había hecho, todo, todo indicaba que pasaba por cierto lugar por un local por donde deseaba visitar y no tenía ánimos de tomar otras opciones para bajarme no demasiado lejos de mi destino.
                      
El camino empezó tranquilo, empezó a avanzar recorriendo lugares cercanos de lugares donde podría descender llegando sin muchos problemas llegar a donde quería con 15 minutos de caminata, pero tenía la idea de que continuar me dejaría justo en mi destino. Rodeo caminos conocidos pero sin acercarse lo suficiente a donde deseaba llegar para descender, pero antes de darme cuenta volví a una calle de distancia de donde empezó mi viaje.

Habían pasado más de treinta minutos y había terminado dando una gran vuelta en círculo, pensé bajar y tomar el camino de siempre pero todo apuntaba a que ahora si iría a donde yo quería y si resultaba podría ser una nueva ruta que podría tomar en un futuro. Volvió a dar vueltas cercas de mi destino y el cansancio de trabajo empezó a afectarme, en un descuido me di cuenta que me estaba empezando a alejarme y decidí dejar que el sueño me llenara, esperando que terminara su recorrido y volviera al punto de inicio.

Desperté un rato después para notar que no reconocía los alrededores, esto me asusto un poco mientras mi vista iba de izquierda a derecha tratando de encontrar una imagen familiar que me indicara el lugar donde me encontraba, pero el hecho de fallar no me desanimo, quería saber dónde me encontraba. Poco a poco la curiosidad se fue trasformando en ansiedad mientras sentía como me alejaba cada vez mas de casa, seguro que el local que quería visitar había cerrado hace horas, pero al mismo tiempo sentía que pronto daría la vuelta y regresaría por donde había llegado.

Fue avanzando el tiempo y pronto el lugar empezó a vaciarse, aquello era mala señal ya que significaba que ya no llegaría a ningún lugar importante, pero al otro lado de la calle vi que tenía otra opción similar que iba en dirección opuesta a la nuestra. Descendí en un lugar desconocido, con una montaña detrás de mí que siempre estuvo lejana en mis memorias. Le vi perderse de  vista por una colina y me encontré en una calle solitaria con una vaga idea de lo lejos que me encontraba.


La espera fue corta y pude ascender con facilidad a otro igual con una dirección opuesta. No sabía si me llevaría a casa, pero tenía que hacerlo. Poco a poco le vi avanzar por los desconocidos lugares que había atravesado anteriormente y el miedo se convirtió en una simple ansia. Bajar en el primer lugar conocido que avistara.

Por: Yosefat Nava Alemán